Se trata de un impuesto que grava los movimientos de capitales (sobre cambios de divisas) a favor de los países que, a raíz un proceso de globalización, salen perjudicados. Es una perfecta herramienta de lucha contra la especulación financiera. Este hipotético impuesto cuyo creador fue James Tobin en 1991, nació con la idea de ser implantado en una globalización llamada “alternativa” con el fin de financiar, con los ingresos que produciría, la pobreza en el mundo. Se trata en sí misma de una tasa impuesta en las transacciones financieras internacionales que además se encargaría de promover el control democrático de los estados financieros.
La implantación de la Tasa Tobin está apoyada y defendida por la ATTAC (Asociación por la Tasa de las Transacciones y por la Ayuda de los Ciudadanos).
lunes, 17 de diciembre de 2007
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